grietas
"bailo al ritmo de mi propia creación / que me trajo un pájaro silbando hasta mi balcón" - feli colina and co
11nov. Llevo varios días intentando escribiros alguna reflexión y no me sale. Cualquier desglose de intenciones se siente banal e insuficiente. Agrupo tres párrafos y se caen dos. La pena me lleva al campo, y estos escritos son fruto de preguntarme: ¿y qué pasaría si dejo que la mano escriba sola? Sin pensar en lo que yo quiero decir, sin exigirle una temática o poética en particular. Mi mano vuelve a la tierra y me ofrece otras respuestas. Mi mano como las hojas de una planta me conecta con otra realidad más grande. ¿Le estoy dando a la niña lo que quiere?
Toma mi mano, desierta y llena de arena. Toma mi mano y sigue las huellas, abre la cáscara y resuelve el velorio de la yema. Toma mi mano que te levanta y despoja del manto negro de la pena. Toma mi mano y ponla en tu hombro, llévala al carnavalito de duendes. Muévela bajo el rayo más verde. Estírala, gírala, agítala hasta el amanecer. Ser triste es ser inmóvil. Todo lo que quiere el amante es sacudir. Un cuerpo, un alma, una moral. Amasa el pan con mi mano, abre la puerta con mi mano, escribe el poema con mi mano. No sé qué hacer con mi mano. No sé qué hacer con mi tiempo. Este tiempo no es mío, es del colibrí y es de la cosecha. Mi alma es oscura y no piensa. Mi cuerpo es de luz y no miente. Toma mi mano y cruza ríos y quebradas. Regresa al charco de la infancia. Toma mi mano y llénala de fruta fresca para tus santos. Toma mi mano y bésala en los surcos. Dásela al mundo y después regrésala al barro.
Somos tierra y nada más. Somos cuento y nada más.
Mi mano o mi vida, lo mismo es.
2oct. Notas sobre cosas que dijo Natalia Lafourcade.
Amor, caricia divina. No vienen más las palabras, no viene más la oración. Fui buscando un pueblo y encontré el campo santo. Mi mente desconoce subordinados y contenidos. El paisaje ocupa cada recoveco de mis códigos. Sueño con proverbios y nanas. Ando descalza por la chacra y le canto a la noche estrellada. Abro los ojos y las aves rapaces ya se han llevado mi melodía. Intento escribir y el viento mueve mis ramas más bajas. Nada queda, las frasecitas se van amontando y se caen a la mitad, dejando un verso o un rezo corto encima del vergel. El silencio se llena de jazmines de leche. Mis cuadernos acumulan senderos y mis ojos, lluvia. De qué me sirve escribir “flor” si no percibes su olor. De qué me sirve escribir “amor” si no percibes mi hambre. El deseo se nutre de hojas y de cantos. Me dejo enredar por lo que amo. Me duermo enroscada en el árbol de la memoria. Creo en el Dios de la nubecita con forma de liendre. Creo en pensarte con forma de lirio silvestre. Mi fe es descubrir la fuente fría en el valle encantado. Mi fe es que mis escritos sean gotas que se van derramando por tu frente. Bailo y me deslizo como el rocío. Canto y me visto de aroma. Soy la aguatera del verbo fantasma. Soy la lágrima cayendo a la tierra. Soy el susurrito del domingo a la mañana. Oculta en la raíz más joven, mi lema es estar sin que me veas. Mi ofrenda ser sentida y no pensada.
Amor, caricia divina. Te entrego toda mi primavera.
31oct. “Ser poeta es ser punk” me escribe Malena por un vídeo que compartí en el que Barbi Recanati y Paula Trama hablan de poesía. En el vídeo dicen que para ser poeta solo necesitas un lápiz o celular e ir por el mundo con una mirada. La poesía es bastante democrática, accesible. “Es el gremio de los pobres” dice Paula. Los medios de producción no pueden ser más simples. Para hacer música necesitas un instrumento, por ejemplo. En el poema el intercambio es casi exclusivamente vivencial. Solo necesitas experiencias, y a veces ni eso. Si tienes hambre una ventana es suficiente. Si tienes mirada la montaña aparece sola. Un niño con cuatro palabras ya puede hacer un haiku, es cierto. Pero tener una mirada propia toma toda una vida.
11nov. Justo antes de publicar esto, me llega este poema de la mano de mi amigo Marcos.
Seguiré buscando la grieta que me deje ver.